LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Comportamiento del Pueblo de Dios

Versículo Clave: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”
– Santiago 4:8

Escritura Seleccionada:
Santiago 4

A VECES EXISTEN diferencias entre los miembros del pueblo de Dios. A menudo es causada por la incapacidad de ponerse de acuerdo sobre ciertos asuntos. Pueden ser problemas por las posesiones materiales, los placeres o incluso cuando no se han cumplido las expectativas de ser reconocidos por los demás – Santiago 4:1,2.

Debemos amar al Creador muy por encima de cualquier persona u objeto. La codicia es una forma de idolatría que no debería ser sembrada en nuestros corazones. Con tantas atracciones del mundo mostradas en los medios de comunicación, bombardeando nuestros sentidos, si no tenemos cuidado reducirán el tiempo que tenemos para centrarnos en lo espiritual – Santiago 4:3,4.

“¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4:5-6). En nuestra condición humana caída, tenemos que lidiar con inclinaciones carnales, pero estamos seguros de la asistencia Divina para que nos ayude a superar esas tendencias si manifestamos fe y humildad.

Nuestro versículo clave subraya la necesidad de la oración, la meditación en su mensaje y humildad de la mente con el fin de recibir la gracia de Dios. También muestra la importancia de que nuestros actos y motivaciones sean puros con una unidad de propósito hacia Dios.

A través del estudio de la Palabra de Dios, un comportamiento pecador puede ser reconocido y asimismo el entendimiento de una plena aceptación del sacrificio de Jesús como la base para el perdón; esto debe preceder antes de convertirse en hijos de Dios. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí” – Juan 14:6.

El Apóstol Santiago dirige nuestra atención a algunas otras cuestiones que ilustran una inadecuada conducta cristiana. Murmurar contra un hermano es una forma reprobable de comportamiento que viola el espíritu de amor. Además, quienes cometen este acto están usurpando la autoridad de Dios cuando se atreven a juzgar a otros – Santiago 4:11,12.

La jactancia es inadecuada, no se debe planificar lo que haríamos sin la aprobación de Dios. No podemos hablar con seguridad sobre lo que depara el futuro para cualquiera de nosotros y por lo tanto, debemos buscar al Padre Celestial para la dirección de nuestros deseos y planes. “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” – Santiago 4:13-16.

Una última e importante exhortación es dada no sólo para los creyentes, el abstenerse de cometer el mal en contra de otros, sino también el darse cuenta de que es pecado, el hecho de no hacer el bien a los demás cuando se presenta la oportunidad. ¿Qué alto nivel de justicia se espera para todos los que profesan que son realmente los seguidores de Cristo? – Santiago 4:17.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba