ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para el 5 de diciembre

El linaje de David

Versículo Clave: “Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David”
– Rut 4:17.

Escritura Seleccionada:
Rut 4:13-17;
Mateo 1:1-17.

EL OBJETO PRINCIPAL DEL LIBRO DE RUT, es preservar un registro auténtico de los antepasados humanos de nuestro Señor. Mateo habla de Cristo, el hijo de David, por lo que su genealogía se ha completado. De acuerdo a la carne, nuestro Señor Jesús nació a través de su madre y por lo tanto era el ‘hijo’ del hombre David (Lucas 3:23-38). Es de importancia señalar que el Salvador del mundo nacería a través de la línea real de los judíos en cumplimiento de la profecía. Dios había prometido siglos antes de que un niño santo nacería.

Agregamos más, “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” – Génesis 3:15. Estos versículos no tuvieron aplicación inmediata en el momento que se dijeron, pero se cumpliría al debido tiempo de Dios. No serían entonces aplicables estos versículos en el primer Advenimiento del Señor, sino a las bendiciones para todo el mundo que siguen a la Segunda Venida de nuestro Señor y el posterior establecimiento de su Reino glorioso.

El libro de Mateo es el mensaje que conecta el Nuevo con el Antiguo Testamento y está escrito para demostrar el aspecto mesiánico de Cristo. Él vino a cumplir la promesa hecha a Abraham: “Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente” – Génesis 28:14. Jesús es la prometida “semilla” de la casa de David, el heredero legítimo del trono, en referencia a la dignidad, el poder y la autoridad del cargo que ejerce David. El trono de David es el emblema o símbolo del reinado de David Rey. Sirve como un tipo o una figura del reinado o reino del hijo de David y Señor. También es llamado la “simiente de Abraham” (Gálatas 3:16) y la simiente de “la mujer” (Génesis 3:15).

De acuerdo con el Plan de Dios, este reino será establecido “sobre el trono de David”. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” – Isaías 9:6,7. Como David estuvo sentado en el trono del reino de Jehová, el mayor de David, el Mesías reinará porque él tiene derecho a hacerlo. Juan nos dice acerca de Jesús, “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” (Apocalipsis 22:16). La paz que él trae no tendrá fin, “desde ahora y para siempre”.

Todos los hombres deben honrar al Hijo, no como el Padre, sino como representante directo del Padre. “En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” – Hebreos 1:2. Esto no se le da al hombre Cristo Jesús, sino a la nueva criatura, al Señor glorificado. Así el “heredero de todo” será el representante del Padre por toda la eternidad y heredero de todas las promesas de gracia de la Palabra de Dios. “El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. Esta es verdaderamente una maravillosa expresión del amor de Dios, porque era el amor que motivó al Padre para dar a su Hijo unigénito (Juan 3:16). Traerá una gran alegría al Padre restaurando al hombre a su condición original de perfección (Génesis 1:27-31).



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba