ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 15 de julio

Salomón Juzga con Sabiduría y Justicia

Versículo Clave: “Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.”
—1 Reyes 3:28

Escritura Seleccionada:
1 Reyes 3:16-28;
2 Crónicas 9:8

DESPUÉS DE LA MUERTE de David, su hijo Salomón fue ungido como el rey de Israel. Deseando seguir fielmente en los pasos de su padre, Salomón correctamente buscó la ayuda de Dios. Él dijo, “Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo.” (2 Cron. 1:10) Viendo la condición humilde del corazón de Salomón y su deseo noble, Dios le concedió su petición y le dio gran sabiduría y conocimiento, diciendo: “para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey.” —vs. 11

Casi inmediatamente, la sabiduría de Salomón fue probada. Parafraseando 1 Reyes 3:16-22: Dos mujeres se acercaron al rey con un asunto muy serio. Ambas habían estado viviendo en la misma casa, y cada una había dado a luz un niño sólo tres días después de la otra. Sólo ellas y sus niños recién nacidos vivían en la casa. El niño de la segunda mujer vivió sólo unos cuantos días y murió durante la noche. Dándose cuenta de esto, ella fue al cuarto de la primera mujer, que dormía. Ella tomó al niño vivo del lado de la madre durmiente, y puso al niño muerto en sus brazos. Cuando la madre del niño vivo se levantó por la mañana, ella vio al niño muerto en sus brazos, pensando al principio que era suyo. Sin embargo, casi inmediatamente, ella se dio cuenta de que no era su niño, sino aquel de la otra mujer. Ella confrontó a la mujer que había tomado a su niño vivo durante la noche, pero la mujer negó que hubiera cometido algún delito, y afirmó que el niño vivo era en efecto el suyo. Así ambas mujeres declararon al rey que el niño vivo era el suyo, y el niño muerto perteneció a la otra.

La gran sabiduría de Salomón fue demostrada en su respuesta a las dos mujeres. Él dijo, “Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra.” (vss. 24,25) A primera vista, tal respuesta parece ser repulsiva a la mente humana. Sin embargo, como veremos de la respuesta de las dos mujeres, está claro que Salomón no tenía ninguna intención de realizar un hecho tan cruel. En la sabiduría que había adquirido de Dios, él sabía que la verdad se revelara debido al modo que había respondido. La mujer que era la verdadera madre del niño vivo no podía aguantar la idea de la propuesta del rey en dividir al niño, entonces ella de buena gana dijo que entregaría al niño a la otra mujer, para que no se degollara. Por otra parte, la madre cuyo niño había muerto, y que había cambiado cruelmente a los dos niños, con frialdad respondió que estaría bien con ella si el rey dividiera al niño vivo. —vs. 26

Esto era todo lo que el Rey Salomón tenía que escuchar. Él dio al niño vivo a su madre legítima, ilesa. (vs. 27) Nuestro Versículo Clave indica que las noticias de las acciones sabias de Salomón se esparcieron rápidamente por todo Israel. Lo más importante es que el pueblo lo reconoció como la sabiduría de Dios. Realmente, la sabiduría de Dios a través de todos los siglos está más allá de la comprensión humana. ¡”Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” —Rom. 11:33



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