ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 28 de abril

La Esperanza Viene de la Gracia de Dios

Versículo Clave: “Ahora nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que en su bondad nos ha amado, y nos ha dado eterno consuelo y una buena esperanza de gracia, anime vuestro corazón y os mantenga firmes, para que todo lo que digáis y hagáis sea bueno.”
—II Tesaloniceses
2:16, 17

Escritura Seleccionada:
II Tesalonicenses
2:1-3, 9-17

EL PADRE celestial ha hecho la disposición especial para nosotros, como los seguidores de su hijo, Cristo Jesús, su amor por nosotros se muestra en el testimonio que, “El Dios de amor y Paz estará con vosotros.” (II Cor. 13:11) Esto es posible con la entrega de su hijo: “tanto amó Dios al mundo, que ha dado a su unigénito Hijo, para que todo aquel que cree en él no perezca, sino tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Nuestro Padre, que nos ha amado en gran manera llevará a cabo el trabajo que ha comenzado en nosotros, si somos sumisos a su voluntad. Dios dijo, a través del profeta. “Te he amado con un amor eterno.” (Jer. 31:3) si hemos dado nuestro todo a él desde el corazón en consagración, tenemos la promesa de que el “terminará en nosotros la misma gracia también.” (II Cor. 8:6) a través de su amor Dios ha dado un trabajo especial a su hijo, Cristo Jesús nuestro Señor, como se muestra en las palabras: “fijemos la mirada en Jesús el autor y consumador de nuestra fe.” –Heb. 12:2

Desde el comienzo de nuestra lección, notamos que las palabras de nuestro versículo clave están dirigidas a los elegidos de Dios. Aquellos que han respondido a este llamado al hacer una plena consagración a Dios han sido los beneficiarios de la gracia de Dios. “por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es algo que vosotros mismo hayáis conseguido: es el don de Dios.” (Ef. 2:8) Aunque la salvación es por la gracia de Dios, debe ser reclamada por Fe firme. Pablo dijo, “es pues la fe la seguridad de recibir aquello que se espera, es el convencimiento de las cosas que no se ven (Heb. 11:1) No sólo por la fe tenemos esta oportunidad, “pero la fe que actúa por amor.” –Gal. 5:6

La esperanza es mencionada en nuestro título, y también debería tener un lugar de gran importancia en nuestras vidas. La Esperanza es en la lista junto con la fe y el amor en I Corintios 13:13: “Ahora permanece fe, la esperanza y la caridad [amor].” Para darnos cuenta de nuestra esperanza, dada por la gracia de Dios, nosotros debemos demostrar total fidelidad a nuestro amoroso Padre celestial y a su Hijo. Para complacer al Padre se requiere un carácter en armonía con sus atributos de sabiduría, justicia, amor, y poder, así como la plena obediencia de corazón y mente. Debemos “someter todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” –II Corintios 10:5

Dios ha llamado y está preparando un selecto grupo especial de la humanidad del mundo, una nueva creación. Esta gran obra de Dios, se hizo posible porque él también propuso que primero Jesús “por la gracia de Dios debería probar la muerte por cada hombre.” (Heb. 2:9) Como consecuencia de ello, los que han sido llamados por Dios son capaces de “ continuar haciendo el bien buscando la gloria, honor e inmortalidad, la vida eterna.” (Rom 2:7) Esta oportunidad trae consigo mucha responsabilidad y trabajo a los que responden al llamado de Dios, y que desean concretar su esperanza. Es necesario que cada uno de ellos se despoje del “viejo hombre” y sus formas: “despojaos de vuestra vieja naturaleza … y revestíos del hombre nuevo, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” –Ef. 4:22, 24



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba