ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 14 de diciembre

Cantemos con Júbilo

Versículo Clave: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.”
—Salmo 95:1

Escritura Seleccionadas:
Salmo 95:1-7

DURANTE MUCHOS siglos, la nación de Israel experimentó el amor y la protección de Dios como su tesoro peculiar más de todos los pueblos. Dios les llamó a ser un reino de sacerdotes y una nación santa, y ellos habían prometido seguir todas las palabras que el Señor les había mandado. (Ex. 19:5-8) Basado en el cuidado especial de Dios sobre ellos, podemos ver en el versículo clave que David lo consideró apropiado cantar al Señor con “júbilo.” David también se refiere a Dios como “la roca de nuestra salvación.” Hizo esta misma referencia a Dios cuando fue liberado de la mano de Saúl. —2 Sam. 22:1, 47

Sin duda Israel tenía motivos para cantar alabanzas a Dios por su cuidado sobre ellos como la roca de su salvación. Perdieron este cuidado especial, sin embargo, debido a su incapacidad de guardar la ley tal como lo habían prometido, y su rechazo del Mesías que había llegado a su favor. El resultado de su desobediencia fue la de ser desechados y dejados desiertos.” —Mat. 23:37-39

Pablo afirma que los judíos tenían una gran ventaja en su experiencia porque “les ha sido confiada la palabra de Dios.” (Rom. 3:1,2) Él declara además que “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” (1 Cor. 10:11) Además, Pablo dice que “la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.” (Gal. 3:24) ¿Había eliminado Dios la “roca de salvación” de su plan divino debido a la desobediencia de Israel?

El plan de Dios no necesita ningún ajuste. Su plan y su palabra son absolutos. Entendemos que sus tratos con Israel señalaron la roca de salvación verdadera en la persona del hijo unigénito de Dios, Cristo Jesús. Pablo lo declaró con claridad, diciendo, “La roca era Cristo.” (1 Cor. 10:4) Jesús se refirió a esto cuando, hablando a sus discípulos, dijo: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” —Mat. 7:24,25

A medida que se acerque la temporada de Navidad, tomemos nota de los acontecimientos, profecías y palabras utilizados en las Escrituras que denotan este glorioso acontecimiento. Debido a un decreto romano, José y María fueron forzados a viajar desde su hogar en Nazaret a la ciudad de Belén. (Lucas 2:3,4) Belén iba a ser el lugar de nacimiento del gobernante de Israel, según la profecía de Miqueas. (Mic. 5:2) El significado de Belén es “casa de pan”, y Jesús es el pan de vida. (Juan 6:48) En todo esto podemos ver un gran significado e importancia en el nacimiento de Jesús.

No importa que el 25 de diciembre no sea el verdadero aniversario del nacimiento del Salvador. No importa que Jesús sólo nos pidiera recordar especialmente su muerte, no su nacimiento. En lugar de ello debemos reflexionar con asombro en el mensaje que el ángel de Dios habló a los humildes pastores en las llanuras de Belén la noche en la cual nació Jesús: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” —Lucas 2:10,11

Esta proclamación angelical del nacimiento de nuestro Salvador identifica a aquel que es el fundamento del plan de Dios. Como cantaba David apropiadamente a Jehová, celebremos con alegría también el nacimiento de Jesús, la roca de nuestra salvación.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba