| ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección Tres
Desde Derbe a Filipos
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Versículo Clave: “Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.” Escritura Seleccionadas: |
TRAS EL concilio en Jerusalén, Pablo emprendió un segundo viaje misionero, esta vez sin Bernabé—Silas acompañándolo en su lugar. “Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.” —Hechos 16:1-3
Pablo, Silas y Timoteo disfrutaban de mucho éxito en fortalecer la fe de los hermanos en las diversas iglesias, así como en ayudarles con el aumento de sus números. Después de visitar las regiones de Frigia y Galacia, contemplaban viajar a Asia Menor para difundir el Evangelio, pero de alguna manera el Espíritu Santo les impidió hacerlo. Posteriormente, una visión vino a Pablo por la noche, mientras un hombre le suplicó a visitar Macedonia y ministrar a los que residían allí. —vss. 4-9
Nuestro versículo clave ilustra el efecto de la providencia divina en los corazones y las mentes de los creyentes que tratan de conocer y hacer la voluntad de Dios. En respuesta a la visión, Pablo y sus compañeros inmediatamente partieron para Macedonia, justo al norte de Grecia, introduciendo así el Evangelio en Europa. Se cree que Lucas el médico comenzó a acompañar a Pablo y sus otros compañeros alrededor de este tiempo.
Llegando a Macedonia, los hermanos viajaron a Filipos, uno de las ciudades principales de la zona. En el día de reposo, viajaron a la orilla del río, donde encontraron a un grupo de mujeres, incluyendo a una llamada Lidia, reunidas en oración. Pablo habló de las esperanzas de Israel que se cumplieron en Jesucristo. Este mensaje cayó sobre corazones receptivos ya que Lidia y su familia recibieron el bautismo en agua como evidencia de su conversión. Además, Lidia invitó a Pablo y a sus compañeros a aprovecharse de la hospitalidad de su casa. No parece que fuera aceptada inmediatamente, sino que ella les “obligó” a quedarse en su residencia durante un período de tiempo como base de operaciones mientras se ocupaban en la obra del Señor. —vss. 12-15
Una lección importante que se saca de la lección de hoy es el hecho de que Dios dirigirá la supervisión del ministerio del Evangelio como le plazca. A través de la intervención divina por medio de una visión, Pablo fue ordenado a viajar a Europa y, en Filipos la primera iglesia se estableció en ese continente. Los acontecimientos posteriores en la ciudad, incluyendo el arresto, el castigo y el encarcelamiento de Pablo y de Silas, y, a continuación, su papel instrumental en la conversión del carcelero de Filipos y su familia, demuestran que a pesar de nuestras experiencias, si somos fieles a nuestra vocación, serán para la gloria de Dios. —vss. 19-34
Procuremos tener siempre una actitud apropiada durante nuestras pruebas, como fue expresado tan bien por Job. Su testimonio hacia Dios fue, “Aunque él me matare, en él esperaré.” —Job 13:15